Mi Filosofía
por L. Ronald Hubbard
Datando de la primavera de 1965, “Mi Filosofía” ha sido descrita como la declaración definitiva
de L. Ronald Hubbard sobre su punto de vista filosófico.
El tema de la filosofía es muy antiguo. La palabra significa “el amor, estudio o búsqueda de la sabiduría, o del conocimiento de las cosas y de sus causas, ya sea teórico o práctico”.
Todo lo que sabemos de la ciencia o de la religión proviene de la filosofía. Se encuentra en el trasfondo y está por encima de cualquier otro conocimiento que tengamos o usemos.
Considerada durante mucho tiempo como un tema reservado para las salas del saber y para el intelectual, el tema se le ha negado al hombre de la calle a un grado excepcional.
Rodeada de capas protectoras de erudición impenetrable, la filosofía ha estado reservada a unos pocos privilegiados.
El primer principio de mi propia filosofía es que la sabiduría es para todo aquel que desee alcanzarla. Es sirviente del plebeyo y del rey por igual y nunca se le debería contemplar con temor reverente.
Los eruditos egoístas rara vez perdonan a alguien que trate de derribar los muros de misterio y dejar que entre la gente. Will Durant, el moderno filósofo americano, fue relegado al montón de los desperdicios por sus colegas eruditos cuando escribió un libro popular sobre el tema, Historia de la Filosofía. Así pues, las diatribas se cruzan en el camino de cualquiera que intente hacer llegar la sabiduría a la gente por encima de las objeciones del “círculo íntimo”.
El segundo principio de mi propia filosofía es que se tiene que poder aplicar.
El saber, encerrado en libros enmohecidos, es de poca utilidad para nadie y, por lo tanto, de ningún valor a menos que pueda usarse.
El tercer principio es que cualquier conocimiento filosófico es valioso solamente si es cierto o si funciona.
Estos tres principios son tan extraños al campo de la filosofía que yo le he dado un nombre a mi filosofía: Scientology. Este sólo quiere decir “saber cómo saber”.
Una filosofía sólo puede ser una ruta hacia el conocimiento. No puede ser conocimiento que se haga tragar a la fuerza. Si uno tiene una ruta, puede entonces encontrar lo que es verdad para él. Y eso es Scientology.
Conócete a ti mismo… y la verdad te hará libre.
Por lo tanto, en Scientology no estamos interesados en acciones y diferencias individuales. Sólo estamos interesados en mostrarle al Hombre cómo puede liberarse a sí mismo.
Por supuesto, esto no es muy popular entre aquellos que dependen de la esclavitud de los demás para su propia subsistencia o poder. Pero resulta ser el único camino que he encontrado que mejora realmente la vida del individuo.
La supresión y la opresión son las causas básicas de la depresión. Si las alivias, una persona puede levantar la cabeza, recuperarse, llegar a ser feliz en la vida.
Y aunque pueda ser impopular entre los esclavistas, es muy popular entre la gente. Al Hombre común le gusta ser feliz y estar bien. Le gusta ser capaz de entender las cosas. Y sabe que su ruta hacia la libertad se encuentra a través del conocimiento.