L. RONALD HUBBARD | PERFIL BIOGRÁFICO
Expedición
Experimental de Radio a Alaska
Entre otros méritos tomados en cuenta para su admisión se encontraban sus adiciones al proyecto piloto de la costa de Las Indias Occidentales, su informe mineralógico de Puerto Rico, y los reportes al Departamento de Comercio que llevaron a la clausura de alrededor de treinta peligrosas pistas de aterrizaje.
Como correspondía, L. Ronald Hubbard portó la codiciada bandera del Club de Exploradores en 1940 durante su siguiente aventura formal: La Expedición Experimental de Radio a Alaska.
El viaje convocado para la prueba de un entonces novedoso instrumento localizador de ubicación por ondas de radio, se llevó a cabo, entre Puget Sound y Alaska Panhandle a bordo del Magician, una embarcación de casi 10 metros. Descrito como el primer avance real en la navegación desde el uso del sextante, este instrumento experimental aparece como el antecedente lineal del sistema Loran, Long Range Navigation (Navegación de Largo Alcance), el cual se utilizó en todas las rutas tanto aéreas como marítimas hasta que la tecnología satelital hizo su aparición en los últimos años del siglo XX.
También relacionados con este viaje de tres mil kilómetros, se encuentran su trazado de nuevas cartas marinas de un Inside Passage especialmente traicionero, y su estudio etnológico de los indígenas aleutianos y haidas.
Por el camino, no sólo inmovilizó con una cuerda a un oso Kodiak, sino que también desafió vientos de más de cien kilómetros por hora y mares de fuerza equiparable en las costas de las Islas Aleutianas. Entre otros, hubo momentos difíciles como cuando los motores fallaron en medio de una marejada con olas de nueve metros y cuando pasaron a través de un pasaje absolutamente infernal conocido como Seymour Narrows en un mar embravecido; todo esto mientras tomaba fotos en película de treinta y cinco milímetros con un lente estéreo óptico para detalles tridimensionales. De ahí, el estado harapiento de su primera bandera número 105 del Club de Exploradores.
O, como el mismo Sr. Hubbard indicó de manera sucinta: “¿Qué es la vida sin un desafío?”.